lunes, 8 de noviembre de 2010

Uruguay






Lo tomado. La estructura chimenea parece arrebatar la vista del espectador. Impide que haya una visión perdida o distendida sobre el atrás, sobre las nubes. El ojo de la chimenea funciona como vigilante contra todo atrevido a desviarse.


Pero están los pinos y eucaliptos a la izquierda, como salvavidas del oficial blanco.


Las nubes, conservando movimiento incitan a desprenderse de este último, haciendo señas de escape y de apoyo posterior. Nos ofrecen una oportunidad, nos dan un lugar.


El vuelo y lo alto, el más allá, ahí no más, será dirigido por los árboles silenciosos. La casa, la darán las nubes.


Uruguay.



Lo desubicado. La falsa perspectiva de lo recto reside en el desfase producido por los dos caminos que se unen: uno, que está comprendido por las dos líneas paralelas y oblicuas que van hacia una dirección, contra el otro, que es una línea sinuosa y galopante sin destino. La de abajo, con sus luces provocativas se adosan descaradamente con la pareja oblicua para separarlas de tanta rectitud, las indisciplina.


El frente bloque blanco da una pizca de temor, pero no significa algo.


La noche y lo oscuro protegen contra el mal, es el bien. Las luces, haciendo fuerza, traen el mal. Es por esta razón que el camino sinuoso con sus luces provocativas, quiebran y estorban la normalidad del camino de líneas paralelas y oblicuas.


Por todo esto, es un encuadre muy desubicado.




B C

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