sábado, 21 de agosto de 2010

Manifiesto


Para nosotros, el comunismo no es un estado de cosas que deba establecerse,


un ideal al que la realidad tendrá que ajustarse.


Llamamos comunismo al movimiento


real que deroga el actual estado de cosas.



Karl Marx y Friedrich Engels, La Ideología Alemana.




El Socialismo es posible. La igualdad es su fundamento. La libertad, su basamento. Lo “común” hace de sustento a todas sus aspiraciones. Lo social extiende su fuerza sobre lo individual: opera la necesaria dimensión valorativa de la comunidad.



El Socialismo no es una utopía, como gusta decir a algunos privilegiados, desesperanzados, infelices y conformistas. El Socialismo no es un sueño. Al contrario, es un sistema político libertario. Es el movimiento de las masas populares. Debemos convencernos de la falsedad de los mecanismos capitalistas y oponernos a sus resultados. Debemos saber que en tiempos en que el hombre ha perdido su propia entidad, su dignidad, para convertirse en un simple objeto de mercancía; en períodos en los que el capitalismo hace estragos en los sectores más vapuleados de la sociedad; en momentos en que la necesidad de unos se satisface a costa de otros, y a su pesar, en horas en las que, en fin, la voracidad de un sistema opresivo comienza a legitimarse, cual metarrelato lyotardiano, nos vemos en el imperioso deber de alzar nuestras armas, de destruir estas funestas reglas de juego, de acabar, de una vez por todas, con el sometimiento del hombre por el hombre.



Para que se nos entienda, no se buscan simples soluciones políticas, reconocimientos parciales de derechos, políticas de “conciencia social”, facilitadas y tan caras a humanistas o filántropos, o el establecimiento de las exigencias de los moralistas de hoy, que tan pesadamente obstruyen nuestro camino, sino de hacer posible que el bienestar de cada hombre no se logre en detrimento de otro. Lo que se pretende es, precisamente, romper con el sistema social dado.



Rechazamos el oportunismo. Políticamente no somos “centro”, “centro-izquierda” o “centro-derecha”, somos declaradamente de Izquierda. Somos socialistas. Gustosos partidos políticos, alrededor de todo el mundo, parecen divagar en sus propias convicciones. Algunos en particular, halagan sobre su condición “socialista”. Nos los creemos, no son lo que dicen: en los hechos, no cumplen sino las mismas medidas gestadas por sus silenciosos amigos.



Pensamos que ya no es posible la moderación, que ya no puede tener lugar el equilibrio, que ya no existe posibilidad de soportar el sistema instaurado. Sobreviene una necesidad, nos llama la Dialéctica, el cambio debe operar, y debemos contribuir directamente a ello.



Seguidamente, te presentamos señor lector, las bases y principios que formularemos en esta página. Y conforme a nuestra metodología expositiva, lejos de ser acabada, habremos de indicarte los puntos clave que serán el estandarte de nuestros escritos.


Además de diferentes textos relativos a la coyuntura política actual, podrá encontrar, interesado lector, una serie de escritos literarios presentados por colaboradores de esta construcción marginal.



A continuación, dejamos establecidos los principios a los que aspiramos:



- El Socialismo no es una doctrina materialista en el sentido vulgar: gran parte de la prensa y de sectores de la opinión pública sostienen que el único fin del hombre es la satisfacción de necesidades materiales. Creemos firmemente, sin embargo, que el materialismo histórico es una visión acertada. Entendemos que el hombre no es una Idea inmutable (el “Hombre”) a lo largo de todo la historia, así como tampoco sus valores ni su esencia son eternas. Afirmamos, según dicha visión, que el hombre se hace a sí mismo, y a ello también contribuye su entorno, independientemente de la participación de aquél. Sus conceptos no son intangibles; precisamente su vida gira alrededor de su realidad y varía en cada etapa determinada de la historia.


Por otra parte, para quienes participamos de este blog, el socialismo busca más que la mera satisfacción de necesidades materiales, persigue la libertad, la autonomía del hombre, así como el reestablecimiento de la solidaridad y la igualdad. De hecho, el mismo Marx repudió a ese tipo de existencia orientada “al tener”, denominándolos “hombres-mercancía”.



-El Socialismo no es una doctrina abstracta: el socialismo parte del hombre concreto en su plena consideración, es decir, el hombre que se construye, que se elabora en su vinculación con la naturaleza y con los semejantes.


El socialismo no concibe la existencia como un monólogo, sino como un diálogo en donde mi vínculo directo e inmediato con la naturaleza y los semejantes puede llegar a decir, en términos del filosofo Martín Buber: yo-tu.



- El Socialismo implica adoptar la perspectiva del desaventajado: El liberalismo, tradicionalmente planteó la existencia de la igualdad entre hombres, siendo consagrada en las diversas constituciones que reflejaban esa tendencia. Pero en el plano fáctico, la cuestión es diversa, pues observamos notorias desigualdades socio económicas, que no siendo observada una intervención estatal, difícilmente sean paliadas por el simple juego de la oferta y de la demanda del mercado. Esta razón nos lleva a afirmar que el Estado no debe limitarse a obligaciones de abstención, sino por el contrario, el Estado debe asumir obligaciones de hacer, que se manifiesta en las medidas para concretar los derechos sociales y los derechos ambientales.



-El Mercado no es un orden natural, espontáneo: Como puede observarse, el Mercado y la correlativa existencia de la propiedad no responde a un hecho espontáneo, sino a los diversos mecanismos de intervención en el plano social, jurídico y económico. Asimismo, el mercado y la política no toman los mismos criterios dado que los objetivos son diversos. A través del mercado, las empresas y demás entidades que participan del juego buscan básicamente maximizar ganancias. En cambio, el Estado tiene como eje central el desarrollo igualitario y el reconocimiento de la dignidad de cada uno de los miembros de la sociedad.



-El hombre considerado en su integridad ve sustraída, enajenada su subjetividad a través de la concentración mediática que pretende uniformar las individualidades.



-Para hacer efectivo el proyecto igualitario es necesaria la desconcentración del poder político, económico, social. Por ello, consideramos que existe un lazo inescindible entre la autonomía de cada uno de los miembros y la desconcentración en los planos antes mencionado. Si bien el socialismo en sus inicios planteó la lucha violenta como principal herramienta para lograr la desconcentración social, política y económica, creemos que el camino de las armas es contraproducente, por lo cual sostenemos que el camino actual es la democracia deliberativa.


Por ello afirmamos que los gobiernos de varios Estados latinoamericanos, como los existentes en la República Bolivariana de Venezuela o en la República de Cuba, no pueden ser considerados socialistas en sentido estricto, porque si bien en un inicio aspiraron al objetivo desconcentrador del poder político y económico, a largo plazo terminaron por consagrar una suerte de monopolio estatal.



-La democracia deliberativa no se limita a la clásica y liberal estructura de participación de los ciudadanos a través de sus representantes en los órganos legislativos, sino en la posibilidad de contar todos y cada unos con herramientas que permitan la participación directa e igualitaria en la decisión de las cuestiones vitales de la sociedad como ser: asambleas, cabildos, convocatoria a todos los sectores a audiencias en decisiones a tomar por los órganos que conforman la estructura estatal, existencia de espacios públicos en canales de aire, intervención en la aprobación de presupuestos, posibilidad de expresarse en espacios públicos , etc.



-La democracia deliberativa, además de las reglas formales que hacen a la imparcialidad y razonabilidad, tiene presupuestos de fondo que se traducen en el reconocimiento de la autonomía, dignidad e inviolabilidad de la persona.



-La democracia deliberativa tiene como requisito sine qua non la consagración y la efectivización de la libertad de expresión en todas sus formas, que van desde la libertad de prensa a las manifestaciones en la vía pública, algunas de ellas también denominadas “piquetes”.



-Esta forma de democracia parte de una perspectiva que rechaza la concepción elitista epistemológica moral, es decir que reconocemos que a través de la actividad deliberativa, todos y cada unos de los ciudadanos son capaces de acceder a los valores morales que nacen del consenso social.



- La libertad de expresión tiene un vínculo indisoluble con los derechos sociales: ellos constituyen condiciones básicas para que pueda tener lugar el ejercicio pleno e igualitario de la misma.



-El pleno ejercicio de la autonomía requiere de condiciones sociales, económicas, jurídicas así como también ambientales. Entendemos el medio ambiente como el patrimonio natural más el patrimonio histórico.



-El federalismo constituye un elemento indispensable para la desconcentración política económica así como para la preservación de las identidades.



-El pueblo es el único titular del poder político. Pero para quienes escribimos el blog, el pueblo no es un todo orgánico como lo concebía Hegel, sino al contrario, consiste, metafóricamente hablando, en una paleta de colores diversos cuyo lazo común es el consenso que nace de la deliberación. Dicho de otro modo, entendemos al pueblo como una variedad de multitudes diversas que confluyen en el ejercicio del poder estando entrelazadas entre sí por el consenso nacido de la deliberación.










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